gesfime_admin 3 de agosto de 2020 0 Comments

Reformas que no necesitan permiso de obra

Reformas que no necesitan permiso de obra

Si nos estamos planteando hacer cambios en casa, siempre surge la duda de si esa reforma conlleva la solicitud de un permiso de obra.

Los expertos dicen que las reformas que no necesitan permiso de obra sonaquellas que afectan al repaso y mantenimiento de la vivienda. En Gesfime, te contamos acerca de esas pequeñas obras que puedes realizar sin solicitar un permiso de obra.

Por lo tanto, hay algunos pequeños cambios para los que no es necesario pedir la licencia de obra y que sin duda darán un nuevo aspecto a nuestra vivienda. Aquí hay algunos ejemplos:

  • Cambiar la pintura tanto de paredes como de azulejos.
  • Reformas secas, tales como añadir separaciones en pladur u otros materiales más novedosos como el policarbonato.
  • Cambiar grifos o interruptores.
  • Cambiar los muebles.
  • Lacar las puertas.

No obstante, no pedir licencia de obra no significa que no haya que informar al Ayuntamiento pertinente, es más, para cualquier duda, lo mejor es consultar las ordenanzas municipales de la localidad donde tengamos la vivienda, ya que cada Consistorio tiene sus propias regulaciones. O siempre podemos contar con la ayuda de algún profesional del sector para que nos asesore según el tipo de obra que queramos hacer y así no corramos el riesgo de que nos penalicen.

Ya que una de las ventajas de las licencias de obras es “no tener responsabilidades”, por ejemplo, el caso de tirar una pared y provocar grietas en el edificio, podría ser motivo de denuncia, pero al hacer la obra cumpliendo con la ley y con los trámites, te eximirían de la responsabilidad. Por tanto, acometeruna obra sin permiso tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad de Vecinos puede acarrear serios problemas, que de lo contrario, podrían denunciarnos y tendríamos que pagar una sanción por no hacerlo de forma legal. Asimismo, si se llevan a cabo las obras sin la correspondiente licencia, se podrían parar o incluso demoler los cambios ya realizados. Ciertamente, no merece la pena correr el riesgo de hacer mal las cosas por el mero desconocimiento.